El tinnitus o acúfenos es un síntoma relativamente frecuente en las consultas de otorrinolaringología. La mayoría de las enfermedades que afectan a las estructuras del oído interno son susceptibles de ser la causa de un acúfeno subjetivo a través de distintos mecanismos.
El tinnitus es la percepción de sonido en ausencia de estímulos acústicos. A medida que la población envejece, la pérdida de audición y los acúfenos son cada vez más frecuentes, afectando a casi una de cada seis personas en los países más civilizados.
A pesar de que la palabra se ha derivado de la expresión latina tinnitus, que significa ‘timbre’, el sonido escuchado por la persona afectada varía mucho. Puede variar desde un siseo, silbido, tic-tac, chasquido, pitido, chirrido y zumbido. En pocas palabras, es suficiente para hacer que la persona enloquezca, buscando alivio a diestra y siniestra.
Aunque el acúfeno no pone en peligro la vida, es un trastorno crónico que tiene un gran impacto en la calidad de vida de quien lo padece y produce una angustia que puede llegar a ser un problema de salud importante.
El tinnitus, en sí, no es una enfermedad sino un síntoma de que algo no marcha bien en el organismo, tal vez el oído, la circulación, o nuestra propia psiquis... Y cualquier síntoma que trastoque nuestra normalidad tiende a producirnos angustia y ansiedad.
El tinnitus, que afecta aproximadamente al 15% de la población, se relaciona con la disfunción del sistema nervioso auditivo. El acúfeno es conocido desde antiguo y sobre él podemos encontrar numerosas referencias históricas. Grandes e ilustres personajes de la historia, de la política, del arte o de la ciencia, lo han padecido.
Si padeces de tinnitus, lo mejor que puedes hacer para recuperar tu calidad de vida es informarte ya que la información es la mejor herramienta para evitar dejarse llevar por el pánico . Y lo primero que deberías saber para afrontar esta condición médica es qué tipo de acúfeno padeces.
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