lunes, 16 de enero de 2017

Acúfenos y sus tipos

 Acúfenos y sus tipos
En general, hay dos tipos de acúfenos si atendemos a sus causas: aquellos que tienen su origen en otras partes del cuerpo (somatosonidos) y los asociados a pérdidas de audición.




  • Somatosonidos: es el tipo de acúfeno menos frecuente, y consiste sonidos captados en el oído, pero originados en otras partes del cuerpo. Por poner un ejemplo, un problema en una válvula del corazón puede causar un soplo o ruido tipo “click”, que puede llegar a percibirse en el oído.

  • Acúfenos asociados a la pérdida de audición: la segunda causa de acúfeno en el oído y, con diferencia, la más frecuente tiene un origen incierto. Actualmente, la teoría más extendida es que el acúfeno tiene su origen en una lesión del oído interno o en las vías auditivas que lo conectan con el cerebro. Esta lesión provocaría el ruido, y generalmente, aparece asociado a una pérdida de audición.

Aparece, entonces, una paradoja: ¿por qué hay personas con pérdida auditiva y sin ruidos en el oído o, al contrario, con ruidos y sin pérdida de audición demostrada? Y, por otra parte, ¿por qué hay personas cuyo ruido desaparece o es prácticamente inaudible y otras en las que es extremadamente molesto?

La respuesta estaría, por un lado, en diferencias individuales, probablemente genéticas, y por otro, en razones puramente psíquicas.

Parece, pues, que el origen del acúfeno en el 90% de los casos, es una lesión a nivel del oído interno o de las vías auditivas. Esta lesión suele ser puntual y lo normal sería que se produjese su recuperación y cura posterior y, por ende, la desaparición de los ruidos.

El motivo de la persistencia de esta señal se relaciona con la evolución del hombre ante las circunstancias de su entorno y las amenazas durante los miles de años de su desarrollo. Esto quiere decir que la persona que sufre de acúfeno toma éste, desde el principio, como un peligro o amenaza, dejándose dirigir, a veces de forma inconsciente, por nuestro cerebro más primitivo.

Si estamos en la jungla y oímos los rugidos de un león, todos nuestros sentidos se pondrán en alerta y, aunque existan mil sonidos más aparte, nuestro cerebro sólo selecciona el rugido y cada vez será oído más claro y fuerte aunque el león no se mueva de sitio. Esto es debido a que nuestro cerebro está tan atento a este sonido que invierte toda su capacidad en captarlo.

¿Cómo se cura el tinnitus?

Así que, ¿qué es lo que debemos hacer cuando aparecen ruidos en nuestro oído o nuestra cabeza? Pues, lo primero de todo, consultar con un especialista. Piensa que puede tratarse de una lesión aguda de tu oído y, por lo tanto, cuanto antes te trates menores probabilidades de que dicha lesión y sus consecuencias permanezcan.

En segundo lugar, hay que intentar a toda costa que la parte más avanzada de nuestro cerebro prevalezca sobre nuestro cerebro primitivo. Nuestro cerebro consciente debe decirle a nuestro cerebro más primario que el acúfeno no es una señal de peligro y que no es motivo de preocupación. Hay que dirigir nuestra atención a las señales auditivas de nuestro entorno y que son igualmente importantes, e incluso, ayudarnos escuchando música o sonidos de una fuente cercana que nos resulten incómodos ayudando así a nuestro cerebro a abstraerse de los molestos ruidos.

La fuente original es el artículo Acúfeno (ruido en el oído): el tratamiento depende de usted, del especialista en Otorrinolaringología Don Francisco José Santos Corona y publicado en el diario digital online www.eldia.es




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@AcufenoNo